Ir al contenido principal

LA NIÑA DE LAS FLORES AMARILLAS

Tiemblan los rieles del metro,

Se escuchan tus pasos cada vez más rápidos,

Como persigues a esa niña de las flores,

Que va deshojando margaritas,

Mientras el ciego ruega una limosna,

Y la estatua, ese señor pintado con betún,

que espera la moneda en el sombrero,


TÚ allá arriba,

TÚ tocando esa canción..

Habiendo comprado no una luna.

Sino el planeta y las estrellas completas…

Lo compraste todo para mi…


Se escuchan los aplausos

El champagne, y, 

los platos saliendo uno atrás del otro


Esa niña

Mi niña

Esos gritos

Tus gritos

Ese anciano

Cuyas manos se arrugaron de tanto esperar

En aquella banca

El amor esperar

El amor esperar…

Esperando despertar

Y que aparecieras

Niña de las flores

Niña de las margaritas

La que con hoyuelos me sonrío en medio de la plaza

La que fue mi cómplice de aventuras

Una pileta que dejó de tener agua

Las palomas dejaron de volar


Y tú allá arriba,

Se abren las cortinas,

Y ahí estas tú, 

Bailando con tu tutu,

No me miras,

Los aplausos, 

¡como olvidarlos!

Mi niña de las flores

No bajas la mirada,

Siempre mirando hacia arriba,

Giras y giras

La música suena cada vez más en mi cabeza

Y, eres todo lo que cualquiera pudiese soñar,

No me miras…


Pero, llegó ese día 

Que no giraste en tu eje,

Que caíste,

Y, por fin, 

me viste


Como olvidarlo

Mi niña de las margaritas

Para la que construí este castillo 

De ilusiones, de sueños…

Mi niña de las margaritas,

Para la que construí un imperio,

Y, hoy solo lo veo al pasar…


Mi casona…

Ya no tiene las margaritas amarillas

Ya no tiene tus huellas en el grass

Ya no tiene tu luz,

Solo hojas secas

Y, yo al pasar 

Veo mi casona abandonada,

Y, cuando las piernas me dejan de responder,

Me apoyo, 

En la reja de nuestros sueños,

Por donde siempre te veía 

Me quiebro

Y cae mi sombrero

Ese sombrero negro

Con las pocas monedas 

que me quedaban

Y, al fondo solo quedaba una flor amarilla,

Esa margarita amarilla,

La de tus ojos…

La de tu mirada…

Mi niña de las flores amarillas…


Mi bailarina,

La estrella del teatro,

La que vestía de tutu 

La que andaba descalza,

La que se cayó,

La que me vió

Tú,

Yo

Y esta casona abandonada


Este viejo

El del sombrero en la esquina del metro

El que anda con los bolsillos vacíos

El que se quedó ciego

Cuando dejaste de iluminar sus días,

El que dejó de tocar para ti,

Este viejo,

Que con arrugas en las manos

Estrechaba las tuyas,

Y, ahora la estrecha,

¿qué estrecha?

Tu foto entre sus manos,

Esa foto que me firmaste afuera del teatro,

Con las manos de betún,

Con la nariz de payaso,

¡Qué no hice para construir tu paraíso!

¡Que no hice…!


Con un poco de betún,

Un poco de mi,

Se rindió ante ti,

¡Tan perfecta!

¿dónde te escondiste?

¿dónde te fuiste?

¡Te echo de menos! 

Como el sol extraña la luna

Y, como una estrella espero a la suya…

Comentarios

Entradas populares de este blog

La sangre del estribir

La agonía de una noche en vela mezclada con esa incertidumbre que penetra en tu alma ese ser que brota de ti y derrama lágrimas sobre arcos dorados ese payaso que se burla a tus espaldas ese cretino que te llama a través de las nubes esa lluvia que cae sobre tu pecho y te llena de alegría mientras las llamas queman la casa del vecino y el duende huye de allí porque teme que la princesa encantada lo descubra y esas ideas plasmadas por un marinero de pacotilla que viaja a la mar con pequeños compañeros alrededor de las olas, esa sirena que corrompe tu vida y ese pájaro que te observa desde aquella torre y pinta pirámides de hielo que esquimales con guantes dorados tratan de tapar y al mirar las alturas logras ver complementada tu vida en un conjunto de armonías que tocan en el espacio con ángeles creados por ilusiones y fantasmas otoñales que libran de mentiras este papel a rayas, que el cerebro rompe en trozos como se rompe el corazón cuando no encuentra una ra...

Estrellita

Eres para mi una estrellita y siempre lo serás No sé si te conté que yo solía flotar y volar sin rumbo, por un cielo donde todo y nada a la vez se podía, donde solía estar nublado porque no se divisaba ni la luz, ni una estrella, ni eso cuando un día de pronto volteé y tenía una estrellita flotando a mi costado en ese momento vi luz, vi alegría, te vi a ti en ese momento me di cuenta que estaba en el cielo asi como apareciste también te fuiste no sé si no eras la estrella para mi o si era una prueba para aprender a sobrevivir sin ti...

El pasadizo

Un día diferente en esta vida hecha de demonios verdes malignos que nos observan con ansias de hacernos caer en este pequeño pasadizo oscuro que el hombre inocente trata de escapar, pero la vida te lo pinta de un color llamativo lo que hace que abras los ojos y sin darte cuenta, te encuentras allí y luego tratas de huir pero ya es muy tarde has caído y seguiras cayendo. Felicito a quienes se encuentran conmigo en este pasadizo es de sabios estar ahí y de tontos creer que no pertenecen a este lugar.